7 Errores comunes al hacer pan en casa.

Hacer panes durante la pandemia se volvió una tendencia, todo el mundo comenzó a elaborar panes, cultivos para panes de masa madre, facturas, panes saborizados, etc… pero los resultado muchas veces no fue el esperado.

Hoy te presentamos los errores más comunes que generalmente se hacen al momento de elaborar pan en casa.

Comencemos:

  1. Para hacer buenos panes se comienza siempre pesando bien los ingredientes, esto quiere decir que, “a ojo”, no es la medida que buscamos para hacer panes. Siempre es importante medir a la perfección todos los ingredientes, incluido la totalidad del agua. Pesar mal los ingredientes da en panes o muy duros por falta de agua, o muy blandos en el caso de exceso de agua. En este último caso la solución puede ser peor que el problema ya que estaremos agregando harina de forma indiscriminada y los porcentajes de sal y levadura en la totalidad de la harina cambiarían, y nos quedarán panes que no tendrán el sabor adecuado o que no fermenten casi nada. Recomiendo siempre tener una buena balanza de precisión para poder medir cada ingrediente.
  2. Mantén la sal y la levadura separadas. La sal en el pan sirve para varios motivos entre los que están darle sabor al pan, un mal manejo de la sal en la masa puede dar un resultado inesperado. La levadura es un ser vivo y un exceso de sal puede matar la levadura, sobre todo si al momento de pesarlos o colocarlos en el bol de amasado se colocan juntos. Es fundamental que se mantengan lo más separados posibles hasta el momento del amasado ya que en contacto directo la mataría y el pan no leudará.
  3. Cubre tu masa todo el tiempo. No dejes que se le forme una costra o una corteza a la masa del pan mientras está fermentando, evita corrientes de aire que puedan resecarla. Los panes con costra les cuesta mucho fermentar y las formas que toman luego de horneado no son nada buenos. Los resultados que obtendrás serán completamente distintos si fermentas tu pan en un armario cerrado o al abrigo de corrientes de aire simplemente tapándola con un paño puede hacer el truco.
  4. Elige una harina de buena calidad. Las harinas que se venden en los supermercados no están pensadas para elaborar panes. Estas harinas no pasan los estándares mínimos de calidad para la elaboración de pan. Recomiendo comprar la harina directamente en una panadería (una bolsa de 25 kgs), en dietéticas especializadas o en un mayorista. El 90% de los problemas se solucionan al utilizar una harina de buena calidad. Comúnmente la harina más utilizada en la panadería es la 000.
  5. No tengas miedo a las fermentaciones de la masa. Una vez que haz terminado de amasar tu masa, déjala punteando (fermentando) en un lugar cubierto al abrigo de corrientes de aire. Esto hará que las levaduras se alimenten de las azúcares que tiene la harina, se reproduzca la levadura y tu pan tenga un sabor mas rico. Normalmente los panes deben puntear durante unas 2 o 3 horas como mínimo, luego se le da la forma al pan y se lo vuelve a fermentar tapado con un paño hasta que tocándola con un dedo este vuelva lentamente, en este momento tu pan estará listo para ser horneado.
  6. Cocina con vapor, el 90% de los panes se debe cocinar con vapor durante la primera mitad de su cocción. Esto hará que la costra quede más fina, más brillante y le permitirás a tu pan que se pueda desarrollar bien dentro del horno. Para esto coloca una asadera en la base del horno, precalienta el horno con la asadera dentro. Una vez que el horno alcanzó la temperatura ideal, coloca los panes dentro y sobre la asadera que tenías previamente calentando en la base del horno vierte una taza de agua hirviendo e inmediatamente cierra la puerta. Esto generará la suficiente cantidad de vapor para que pueda desarrollarse bien el pan en el horno.
  7. No dudes en amasar bien tu masa de pan. Uno de los errores más frecuentes es amasar muy poco la masa. Lo que se busca durante un amasado es desarrollar las cadenas de gluten que se encuentran en la harina y generar una red que contenga todo el gas carbónico que se produzca durante la fermentación. Si esta red no se genera bien, no se retendrá la suficiente cantidad de gas de la fermentación consecuentemente los panes saldrán chatos, con una miga compacta y pesados. Normalmente un amasado a mano puede durar alrededor de 40 minutos a 1 hora. En una amasadora de mesa alrededor de 10 a 15 minutos. Nos daremos cuenta cuando la masa tenga una textura super suave y lisa en su exterior.

Ahora que conoces estos 7 errores más comunes ponte a hacer panes y verás que tendrás una diferencia importante. Danos tus comentarios queremos saber si estos tips te han servido!

Paulo Sebess

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